jueves, agosto 16, 2007

Chia la nueva solucion para el colesterol

La Chía (salvia hispánica L.) es una planta originaria de áreas montañosas y si bien resulta una verdadera novedad en nuestro mercado, se sabe que hace ya 3500 años AC era conocida como un importante alimento-medicina.

En la época precolombina era uno de los alimentos básicos de los Aztecas y los Mayas y también era utilizada como ofrenda a los dioses aztecas.
Es probable que por considerarla una costumbre pagana, los conquistadores trataron de eliminarla y reemplazarla por cultivos propios del viejo mundo.

La chía entonces sobrevivió en algunos pequeños lugares escarpados hasta que en el año 1991 fue reactivado su cultivo gracias a un programa de desarrollo e investigación.
Usted puede encontrar las semillas como tal o como harina o aceite.

Propiedades
La Chía es la mayor fuente natural de Omega-3, cuyo efecto más importante es que disminuye el nivel de triglicéridos, aumenta moderadamente la concentración sanguínea del colesterol bueno (HDL) y disminuye el malo (LDL). Al evitar la formación de coágulos y placas en las arterias, previene enfermedades cardiovasculares.
Su alto contenido de antioxidantes hace que no se oxiden las grasas alimenticias. Esta característica brinda protección tanto a nuestro organismo como a los alimentos, que pueden conservarse por más tiempo.
Es rica en fibras, ideal entonces para el correcto funcionamiento del intestino.
No tiene gluten, lo que la hace apta para celíacos.
Tiene proteínas de alta calidad nutricional, más que en los cereales tradicionales.
Aporta una buena cantidad de vitaminas del grupo B además de minerales como calcio, magnesio, fósforo, zinc, potasio y otros.

Cómo utilizarla:
Semillas:
Remoje durante 30 minutos una parte de semillas con 9 partes de agua hervida fría o mineral (el exceso de cloro puede destruir sus propiedades).
Se forma una gelatina que puede agregarse a todo tipo de preparaciones, tanto dulces como saladas: jugos de frutas, yogures, tortas, tartas, sopas, aderezos para ensaladas, etc.
Lo que no utiliza de esta gelatina se conserva varios días en la heladera sin perder propiedades.

Harina:
Pruebe incorporarla a cualquier preparación que haga con harina: tartas, fideos, galletitas, panes, etc. Con 3 a 4 cucharadas por kilo de harina panificable es suficiente.

Aceite:
Al ser de primera presión en frío es todavía más concentrado en Omega-3 que las semillas. En cualquiera de las anteriores preparaciones alcanza con agregar una cucharadita de las de te.

Nos maravillamos, una vez más, de la sabiduría de nuestros ancestros y aprovechemos esta oportunidad de complementar nuestra alimentación de todos los días. Y tal vez nos decidamos a considerarla también nosotros como un alimento sagrado!


* Publicado en Magazine Bayres Today, Año 5 – nº 49, julio 2006 (distribución gratuita)